Resulta que esta conciencia de estar soñando (que no es lo mismo que soñar que sueñas) es suficientemente común para tener nombre: sueños lúcidos; y suficientemente interesante para ser motivo de estudio científico. El equipo de Ursula Voss, de la Universidad Goethe de Frankfurt, se dedica a estudiar este fenómeno.
¿Cómo se estudian los sueños lúcidos? Durante muchos años no hubo más remedio que confiar en informes personales, que son muy poco confiables. Ursula Voss y sus colaboradores usan una técnica que se desarrolló en los años 70: se le pide al participante que haga una señal con un movimiento de ojos particular cuando se dé cuenta de que está soñando. Durante los sueños los ojos se mueven erráticamente y muy rápido. La señal es fácil de identificar entre el caos de movimientos. Ya que tienen una persona que está soñando lúcidamente, Voss y sus colaboradores estudian la actividad cerebral por medio de electroencefalogramas. Con esta técnica se puede visualizar el concierto de las neuronas. En un estudio publicado en 2009, el equipo de Voss informa que la actividad del cerebro durante los sueños lúcidos tiene muchas semejanzas con su actividad en estado de vigilia: el lóbulo frontal se comporta como si el participante estuviera muy concentrado y las distintas regiones del cerebro actúan más concertadamente que durante los sueños normales.
Era más o menos de esperarse. Lo que nos gustaría en realidad es saber cómo solicitar sueños lúcidos como si uno solicitara películas de paga a su proveedor de televisión por cable. En un artículo publicado en Scientific American Mind Voss ofrece una técnica sacada de la página web del Lucidity Institute:
- Hazte el hábito de preguntarte periódicamente si estás soñando. Esto aumenta las probabilidades de preguntárselo también durante el sueño, lo que a su vez aumenta las probabilidades de experimentar sueños lúcidos.
- Cuando te lo preguntes, trata de mirarte al espejo o leer algunas letras. Si te ves raro y no puedes leer, es probable que estés soñando.
- Lleva un diario de tus sueños. Recordar sistemáticamente los sueños ayuda a tener sueños lúcidos.
- Antes de irte a dormir concéntrate en lo que quieres soñar (lo que se llama "incubar" el sueño y también sirve para resolver problemas soñando).
Y cuando te dés cuenta de que estás soñando, suéltate el pelo... Tomar control de los propios sueños permite probar todo lo que a uno se le ocurra: dar rienda suelta a las inhibiciones, experimentar fantasías (no necesariamente sexuales), conversar con celebridades, revivir a los muertos...
Muy divertido, pero también puede ser útil. Después de todo, controlar los sueños es como tener un simulador de realidad virtual inctracraneal: puede servir como terreno de práctica o laboratorio de ensayos para experimentar en total seguridad situaciones difíciles, delicadas o angustiantes. Así, hay quien propone que los sueños lúcidos pueden servir como terapia para mitigar las pesadillas recurrentes y la ansiedad, ensayar en los deportes y en las artes, inspirarnos ideas originales y resolver problemas. Uno puede incluso llamar en sueños personajes para asistirlo: Einstein, por ejemplo, o el gurú preferido de uno. El matemático Don Newman una vez soñó que John Nash (futuro premio Nobel de economía) le daba la solución de un problema con el que estaba batallando. Nash recordó más tarde que Newman siempre le agradeció la ayuda, pese a que, claro está, fue el propio Newman el que en sueños encontró la solución.
(Pasando a otra cosa, el 2 de diciembre la revista ¿Cómo ves? cumplió 15 años. Éste es el video que preparé para esa ocasión.)
(Pasando a otra cosa, el 2 de diciembre la revista ¿Cómo ves? cumplió 15 años. Éste es el video que preparé para esa ocasión.)