viernes, 4 de noviembre de 2011

En qué se parece la ciencia a la superstición

Un colega divulgador escribió una vez que el avance de la ciencia va ganando terreno a la superstición y disipando la credulidad. ¿En qué planeta vivirá? Yo francamente no veo que en 400 años de ciencia moderna haya dejado de haber personas supersticiosas, incluso entre las personas que tienen educación universitaria. Esto es difícil de explicar si ciencia y superstición son de veras tan distintas como se da a entender cuando se las contrapone como mi iluso colega. Deja de serlo cuando se encuentra un vínculo entre ellas. Permítanme ilustrarlo con unas cuantas historias.

Los deportistas son muy supersticiosos. Se sabe de beisbolistas que por haber ganado un día en que llegaron al partido sin afeitarse, empiezan a presentarse con la barba descuidada en todos los juegos. Otros usan amuletos o consagran unos segundos antes del encuentro a algún breve y privado rito para propiciar la buena suerte.

Pero no sólo los deportistas son supersticiosos; también lo son los adeptos del juego. En un  casino, según los entendidos, se puede ver desplegada una variada gama de conductas insólitas entre los que juegan en las máquinas tragamonedas. Como el personaje de Jack Nicholson en As Good As It Gets, que va por las calles cuidándose de no pisar las cuarteaduras de la acera y hace girar la llave tres veces para un lado y para otro antes de echar el pestillo de noche en su casa, los jugadores tienen sus fórmulas mágicas para atraer la fortuna.

Y no sólo los deportistas y los jugadores son supersticiosos. También las palomas. En un experimento clásico de los años 50, el psicólogo B. F. Skinner puso unas palomas en sendas jaulas. De una ranura salía alimento a intervalos regulares. Skinner observó que, al cabo de cierto tiempo, las palomas hacían movimientos extraños como mecerse de un lado a otro, dar vueltas o estirar el cuello en cierta dirección, como si creyeran que con eso iban a obtener comida. Skinner lo interpretó como una asociación de ideas: el animal repetía lo que hubiera estado haciendo cuando obtuvo alimento la primera vez. Era como si las palomas tuvieran creencias supersticiosas.

No sólo los deportistas, los jugadores y las palomas son supersticiosos: también yo. Cuando iba en preprimaria (que en mi escuela, no sé por qué, se llamaba "preprimario"), había en el patio de los chiquitos un arenero muy grande bordeado de una barda baja donde nos sentaban a la 1:00 de la tarde a esperar a nuestras mamás. En esos ratos yo conversaba mucho con mi prima Tanina, que fue mi compañera de clase hasta el quinto año de primaria. No sé cómo fue, pero un día se nos metió en la cabeza que podíamos hacer llover por medio de magia. Con el paso del tiempo, fuimos elaborando un ritual complicadísimo de palabras mágicas y movimientos que tenían por efecto el que por la tarde lloviera. "¿Hacemos llover?", sugería uno durante la espera, y empezábamos con el rito. Si más tarde se soltaba el aguacero, yo me reía secretamente, regodeándome en mi poder. Tal vez sólo era un niño pequeño, pero había descubierto cómo hacer llover y nadie más lo sabía. Muajajajaaaaa...

Todos los animales tenemos cerebros que buscan asiduamente patrones en el entorno y relaciones entre los acontecimientos. Somos muy buenos para asociar ideas porque asociar ideas siempre ha sido útil para aumentar las probabilidades de sobrevivir y dejar descendencia. Si vas por la selva y oyes ruido en la maleza, puedes adoptar una de estas dos estrategias:


  1. no hacer caso y seguir tu camino, o
  2. pensar que detrás de los arbustos acecha un depredador y huir
Cada una de estas estrategias tiene un costo. En el caso 1, si aciertas no pasa nada, si te equivocas, mueres; en el caso 2 si aciertas te salvas, si yerras no pasa nada. ¿Qué estrategia da mejores dividendos? La 2, y por eso hoy muchos animales tenemos cerebros que tienden a asociar acontecimientos, aunque a veces la asociación sea falsa. Los organismos que no tenían esta tendencia, hace mucho que erraron fatalmente. Empero, la naturaleza no nos instaló un filtro para eliminar asociaciones falsas. ¿Por qué? Porque no hace falta para sobrevivir. Ver más relaciones de las que hay en realidad no es costoso en términos de supervivencia. El filtro lo tuvimos que inventar. Es cultural y se llama ciencia.

Así, el mismo mecanismo cerebral de asociación de ideas está detrás de:

  1. la ciencia (que consiste en asociar ideas y probar las asociaciones), y
  2. la superstición (que consiste en asociar ideas y no molestarse en probar las asociaciones)
La superstición no va a desaparecer, porque es consecuencia de nuestro modo de aprender. Lo que sí podemos hacer es reconocer las limitaciones de nuestros cerebros y aprender a usar el filtro de falsos positivos que es la ciencia.

16 comentarios:

José María Hdz dijo...

Sergio, me encantó esta entrada. Desde la mañana que la escuché en el radio me puso contento. Qué interesante saber esto. Yo desde que soy agnóstico he recibido muchas criticas de mis familiares y amigos, y a la mayoría los contraatacaba criticando sus supersticiones (que son pecado para la religión católica). Mi abuela, sobre todo, podría pasar por bruja, te lo juro, con todas las chucherías que pone por su casa para la 'buena suerte', y lo peor es que nos incita a hacer lo mismo. Pero ahora con tu entrada del blog, como que siento que me tengo que callar un poquito, porque ellos me pudieran contestar que si no fuera por gente como ellos, yo no existiría, jajaja.
Ni modo, lo tenemos impreso en los instintos. Ahora no me siento tan mal de haberme tardado 26 años en abrir los ojos; ¡no era mi culpa! jajaja.
Saludos.

Sergio de Régules dijo...

¡Cómo me hiciste reír con eso de que tu abuela podría pasar por bruja, Chema! Sí, pasa con muchos católicos, que creen en la buena suerte y la astrología sin saber que eso está prohibido. Bueno, ahora ya ves que en el fondo somos iguales unos y otros. Te recomiendo un libro un poco viejito, pero históricamente interesante donde se estudió por primera vez la magia desde el punto de vista antropológico: "The Golden Bough", de James Frazer, y también te recomiendo (aunque sólo he leído un capítulo) "The Biology of Belief", de Michael Shermer.

José María Hdz dijo...

Muy bien, leeré esos libros, ya los puse en mi lista de espera. Muchas gracias por la recomendación, Sergio. Saludos.

GDESCO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Marín dijo...

Secuelas de mi último viaje a México: paso no menos de un par de horas a la semana leyéndoros.

Me ha gustado mucho el artículo (me hizo recordar la parte linda de fe católico-pagana de mis mayores mujeres). Sólo un pero para el debate: ante un ruido desconocido... la conducta de un humano, cual gato, es curiosear. Y entiéndase por ruido la simple extrañeza. De ahí al conocimiento; ... o a la muerte si tras el árbol esperaba un tigre regordete, una voraz pitón o una partida de caza de los bípedos lagartos de la serie V.

Saludos.

Jack dijo...

Sí, el primero curioseó, y el que venía de tras de él comprobó si era el lobo feroz e imprimió en su cerebro ruido = lobo (el primero no sobrevivió para contarlo, el segundo sí). Gracias a la evolución sobrevivió el atento, y tambien, gracias a que la selección natural no elimina a todos sin ponerlos a prueba, nacieron otros curiosos que pudieron identificar cuándo era el 'lobo feroz' y cuándo era simplemente el viento... i'm just saying.

Sergio de Régules dijo...

¡Antonio! Pues qué honor... En cuanto a lo de curiosear: es cierto; ¿cómo lo reconciliamos con la clara ventaja evolutiva del miedo? Mmmm...habrá que pensarlo.

Martín Bonfil Olivera dijo...

Sólo hay que precisar que cuando se dice que las palomas son supersticiosas, significa algo distinto: lo que en ellas se llama "comportamiento supersticioso" difiere del humano en que es instintivo, no consciente (o no en el sentido que se entiende esto en humanos): Las palomas no tienen "asociación de ideas", sino asociación de estímulos con respuestas (tu brinco injustificado de esto a pensar que tienen "ideas" es otro ejemplo de nuestra tendencia a buscar patrones y a partir de ello generalizar erróneamente o hacer suposiciones no legítimas, a patir de poca evidencia). ¡Saludos, y también me gustó esta pieza (o este post, para no usar el anglicismo "entrada").

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Amigo Sergio, 'ora que ya vi escrito lo que dijiste por la radio, de nuevo que buen tema... ¿si ya sabes como hacer llover, no vas a Zacatecas a echarles una manita? hombre, aunque no sea cientifico (jejeje, o como dijiste, muajajaja)

Jose Maria: ¡andale, ya sacaste boleto! eso de decirle bruja a tu abue, jeje, ¡te va a ri como en feria! y tienes completa razon: un cristiano catolico como debe ser, no admite supersticiones para atraer buena "suerte" o alejar la mala "suerte"

Por último, Tocayo un comentario latoso para ti: HAZLE COMO FOX, dame chamba de tu vocero (jejeje) "¡Saludos, y también me gustó esta pieza (o este post, para no usar el anglicismo "entrada").
...LO QUE QUISO DECIR EL PRESIDENTE (PERDON, EL TOCAYO) ES: "o esta entrada, para no usar el anglicismo "post"... jaja, sorry, no aguanté la tentacion, te pusiste a tiro de piedra!

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Aprovechando el viaje, Sergio:
HOY a las 17:28 pm tiempo del centro de Mexico, será el mayor acercamiento a la Tierra del asteroide, denominado 2005 YU55... tu eres un entusiasta de los telescopios y las observaciones ¿ya te previniste para verlo? ¿si pudiste ver algo, nos cuentas?
¡y no se escamen, tuvimos mas suerte que lso dinosaurios! (al menos hasta ahorita, jejeje)

Trino Fiesa dijo...

Del alquimista surgió el químico, del astrológo surgió el astronomo... del charlatán de hoy surgirá el profesor del mañana (de la superstición de hoy surgirá la teoría del mañana).

La crítica, refinamiento del gusto,, ingrediente de todo estado democrático.

Jesús Magonz dijo...

Sabía que no era el único que de niño tuvo la descabellada idea de poder hacer que lloviera.

Voy a hacerlo ahora mismo para ver si sigue haciendo efecto.

Saludos a Chema, Martín y Luis Martín asiduos lectores de este blog.

Atte. Jesús (El hijo pródigo del blog Imagen en la Ciencia)

Anónimo dijo...

¿Soy solo yo o el comentario de Martin Bonfil está de más? dudo que alguien haya extraído del texto la idea de que las palomas son supersticiosas de forma idéntica a los humanos o que sean capaces de tener ideas como nosotros.

El punto de Sergio era reforzar el argumento de que este comportamiento en el ser humano tiene orígenes evolutivos de supervivencia y me parece que lo consigue al mostrar que especies muy distintas a la nuestra tienen dentro de su limitada capacidad esa misma tendencia.

A no ser que Bonfil espere que las palomas busquen tréboles de cuatro hojas o se echen sal en el hombro para poder encontrarle relación al asunto.

Israel Hdez. dijo...

Justo en mi ritual para sintonizar la radio, me ha sorprendido. Después mi hermana y yo no parábamos de reírnos por la descripción que hizo sobre los deportistas y las palomas. Pues nosotros las aplicamos también.
Sin embargo, de inmediato recordé sobre un ensayo que escribí hace un tiempo “Una mirada científica en la cocina”, así como también recordé a mis compañeros de clases (Soy estudiante de gastronomía; sin embargo, soy TSU en Tecnología de alimentos) al decirme que soy un blasfemo y que los Dioses no me quieren, porque los he ofendido con las cuestiones fisicoquímicas. ¡Por eso no me salen las recetas!
Se da mucho, y uno se sorprende de los sistemas ritualistas complejos que hacen mis compañeros de cocina, ¡como si la trasferencia del calor podría ser influenciada por ellos!.
Sin embargo, por lo visto es bueno, para la evolución (más no para la cocina). Entre a estudiar la carrera para entender la cocina, para sazonar la ciencia y hacerla un deleite para todos mediante la divulgación, como lo hace Usted. Muchas gracias por los ratos de ciencia en la radio así como de las revistas de donde escribe.
Saludos.

Sergio de Régules dijo...

¡Los cocineros también tienen rituales! Gracias por la información, Israel. Muy interesante comentario.No me imagino ningún rito posible para propiciar la correcta transferencia de calor del horno al lomo de cerdo, pero podríamos inventarnos algunos aquí.

JACK dijo...

Yo creo que es un buen ejemplo que la superticion puede tener origenes evolutivos y claro eso no quiere decir que actualmente lo hagamos unicamente por institno, lo unico que sugiere los ejemplos es precisamente eso un origen evolutivo que de hecho hay muchos ejemplos en los que si lo hay.

Y aunque se demostrara que la superticion y por ejemplo los sentimientos religiosos tengan un origen instintivo evolutivo, nadie podria justificar el tomar desiciones por supeticion o por sentimientos de creencia (religion), aunque ambos se esta de acuerdo que tienen titnes irracionales es decir en un gran porcentaje no son razonados, aunque claro siempre hay un titne de racionalidad (aunque erronea) tanto en la superticion como en la creencia.

Aqui un ejemplo que tambien hay ESPECULACIONES acerca que la creencia en ciertas cosas (irracionales )religion etc también pueden tener origenes evolutivos, o también por ejemplo el sentimiento de pertenencia hacia un grupo.

Otro instinto peligroso (si es que lo es) pero al ser irracional no es plausible que tenga al menso su origen),

http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=mind-reviews-the-belief-instinct


sCIENTIFIC American
THE BELIEF INSTINCT
Language allowed onlookers to report on someone else’s behavior long after the event had occurred. This meant that if you were caught doing something objectionable, such as stealing, you had “foolishly gambled away” your reputation and consequently your reproductive prospects. Thus, believing in a supernatural being who monitored and judged anyone at all times encouraged people to avoid acting on their immoral impulses, helping them survive, Bering says.