viernes, 22 de julio de 2011

Kikibuba


Imagínense que, de alguna manera, supiéramos dos palabras del idioma cavernícola: kiki y buba. Imagínense que además supiéramos que una quiere decir “cactus” y la otra “sandía”, pero no supiéramos cuál es cuál. Cuál dirían que es kiki: ¿el cactus o la sandía? ¿Por qué? Porque suena a kiki, ¿no? Y la sandía suena a buba.

Es un juego ideal para romper el hielo en las fiestas. El biólogo argentino Diego Golombek lo usa para abrir sus pláticas sobre el cerebro y la mente. Se muestran dos figuras, una llena de picos y otra hecha de curvas, y se pide a los asistentes que escojan cuál es un “kiki” y cuál es un “buba”. Diego ha observado que casi todo el mundo llama kiki a la figura de picos y buba a la de curvas.

Y no sólo en Argentina y en México, sino en todas partes. El juego proviene en realidad de dos investigaciones hechas con 70 años de diferencia.

La primera la hizo un psicólogo alemán llamado Wolfgang Kohler en la isla española de Tenerife, donde andaba de paso por 1929. Kohler trazó las figuras y les pidió a unos nativos que las llamaran “takete” o “baluba”, según les sonara. Casi todos le pusieron takete a la figura de picos y baluba a la curva. Kohler sugirió que esto indicaba que algunos sonidos simbolizan naturalmente ciertos conceptos; o sea, que las palabras no son todas arbitrarias —pura convención—; algunas podrían tener significados naturales. Pero nadie le hizo caso. Todos sabemos que “perro” y “casa” son sonidos sin significado intrínseco que nosotros hemos decidido aplicar a los conceptos que designan en español. Basta pasar a otros idiomas y notar que los mismos conceptos se dicen de maneras distintas para convencerse de que las palabras son arbitrarias: “dog”, “house”/”chien”, “maison”/”koira”, “talo” (finlandés).

La segunda investigación es de los neurofisiólogos Vilayanur Ramchandran y Edward Hubbard, de la Universidad de California en San Diego. Ramachandran y Hubbard repitieron el experimento de Kohler, pero con muchos más participantes de distintos orígenes (y con las palabras “kiki” y “buba” en vez de takete y baluba). En un artículo publicado en 2001 reportan (entre otras cosas) que el 95% de los participantes llamaron kiki a la figura de picos y buba a la de curvas.

Pero, ¿por qué? Nadie lo sabe, pero la hipótesis de que algunos sonidos podrían corresponder naturalmente a ciertos conceptos se llama “simbolismo sonoro” y está dando mucho de qué hablar.

Algunos investigadores se han puesto a hacer experimentos. Lynne Nygaard, de la Universidad Emory de Atlanta, tomó parejas de palabras de significados opuestos en 10 idiomas (como “lento/rápido”, “grande/chico”…) y se las presentó a un grupo de anglófonos. Luego les pidió que adivinaran cuál era cuál en cada pareja de antónimos. Si no existiera el simbolismo sonoro, los resultados tendrían que distribuirse al azar: aproximadamente el mismo número de personas darían las dos respuestas posibles en cada caso, pero Nygaard descubrió que no. Esto sugiere que sí hay cierto simbolismo sonoro que las personas estaban usando sin saberlo para asignarles significados a parejas de palabras completamente desconocidas para ellas.

Si el simbolismo sonoro es universal y además innato —como sugieren otros experimentos— estas investigaciones podrían tener aplicaciones prácticas en publicidad: para ponerle nombre a una marca de chocolate se podría recurrir a los sonidos que naturalmente representan la sensación cremosa —o en general, para ponerles a los productos nombres que evoquen sus cualidades (o supuestas cualidades).

Pero lo más interesante es que el fenómeno kiki/buba podría ayudar a explciar el origen del lenguaje. A algunos lingüistas el simbolismo sonoro les recuerda una teoría que cayó en desuso en el siglo XVIII y que decía que las primeras palabras fueron onomatopeyas (sonidos que imitan el sonido de lo que designan, como “pum” y “splash”). Aunque muchos expertos piensan que más bien empezamos a hablar señalando, o imitando con movimientos de manos, las primeras palabras también pudieron incluir imitaciones vocales, ¿por qué no?

Así pues, lo que queda de simbolismos sonoros en las lenguas modernas podría ser un vestigio del primer idioma. Otros métodos de investigación, como la comparación de lenguas, no nos han permitido remontarnos más de unos cuantos miles de años. El simbolismo sonoro podría llevarnos a la madre de todas las lenguas.

8 comentarios:

Daniel Martín Reina dijo...

Sergio, ya tenía ganas de que retomaras el blog. Me encantó la entrada. Abrazos.

José María Hdz dijo...

Hola Sergio, me gustó mucho el tema. Los sonidos si hacen imaginarse cosas diferentes. Me acuerdo que alguna vez platicaba con amigos mios que los alemanes parece que hablan todo el tiempo enojados porque sonaba muy áspero, y que el portugués pareciera que se hunde cuando se pronuncia (por los sonidos 'eu' y el 'ao') y así le sacábamos características físicas o tangibles o visuales a los sonidos de los idiomas. Y claro, a los japoneses, que muchos los llamamos 'taka takas', casi casi era imposible imitar su idioma sin cerrar tantito los ojos, y según nosotros así sonaba, a ojos rasgados. Me acordé mucho de eso cuando te escuché en la mañana.
Saludos

Sergio de Régules dijo...

Gracias, chicos. Sí, ya era mucho tiempo de pereza bloguera, aunque el programa en radio ha seguido. Pondré las entradas correspondientes.

Concepción dijo...

Sergio,
muy padre artículo.

Primero asocié "kiki" con picos y "buba" con curvas, guiada también por la forma gráfica de las letras "k" y "b", que automáticamente se asocian al sonido que producen. Sin embargo, si escribo "qui" en lugar de "ki", "q" es tan curva como "b". Entonces no resulta tan lógica mi asociación inicial.

Que interesante tema de estudio!!!

Hasta pronto
C.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

"...pereza bloguera" ajaja, Amigo Sergio! un mes de juerga, eso si que fue un lujo! pues no te alejes del blog, es sabrsoso pir tu comentario en radio, peor si no esta en el blog, no puede uno aportar nada...
Lo ultimo que dijiste: "El simbolismo sonoro podría llevarnos a la madre de todas las lenguas." es en sentido figurado, verdad? porque no estuvo la humanidad tan concentrada para hablar una sola lengua (salvo en Babel, jeje), o ya en serio, tomar esa lengua como la que hablbaba esa primera partida de humanos que salieron de Africa y fueron dejando descendencia a su paso. Segun esto, con el ARN mitcondrial se pudo hacer un seguimiento genetico y se confirmo que compartimos la herencia de un sola mujer, humana, salida de Africa. ¿su lengua seria esa primer lengua madre? saludos.

ablaron dijo...

gran tema,ya extrañaba leerte porque aparte no te he podido oir, se fue la señal en el área de San Miguel de Allende, hoy ya regreso, espero poder oirte el viernes...

Espiral dijo...

Es como timón y pumba.

Hoteles Santa Marta dijo...

Muy interesante el post, es llevar las palabras más haya de un sentido común es transportarlas a un significado real, excelente.