La luz directa borra los relieves y la luz lateral los realza. Lo saben los maquillistas e iluminadores de teatro y televisión y los actores madurones con los que trabajan, que prefieren ocultar los detalles orográficos que les han ido saliendo en la cara y que con los años se van pareciendo más al Himalaya. Lo saben también los astrónomos aficionados que disfrutan ver la luna al telescopio: las mejores fechas para verla es cuando hay media luna (cuarto creciente o menguante) porque el sol poniente proyecta las sombras de las montañas y los cráteres; en cambio en noches de luna llena todo se ve plano y aburrido.
En 2009 el planeta Saturno pasó por uno de sus equinoccios. En la Tierra hay dos equinoccios al año, pero en Saturno, que tarda cerca de 27 años en darle la vuelta al sol, los equinoccios vienen a intervalos de cerca de 14 años. En el equinoccio saturniano los famosos anillos quedan orientados de canto al sol. En esta última ocasión, por ahí andaba la nave Cassini, que está explorando Saturno y sus satélites desde que llegó al vecindario en 2004. Con fotos de esta nave, unos astrónomos de la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York, observaron una estructura de ondas en los anillos de Saturno, como si estuvieran hechos de lámina corrugada. Las ondulaciones eran muy bajas (entre 2 y 20 metros de altura, con entre 30 y 80 kilómetros de cresta a cresta), pero el sol lateral las resaltaba lo suficiente para verlas con los instrumentos de la nave. ¿Qué produjo esas ondulaciones? Matthew Hedman, jefe del equipo de investigadores, pensaba que, en algun momento a mediados de los años 80, Saturno había sufrido una sacudida que alteró su distribución de masa mínimamente. Con esto, los anillos se pusieron a vibrar, y al paso de los años, la rotación de los anillos y la gravedad del planeta han ido enrollando la ondulación en espirales que se aprietan con el tiempo. Pero la pregunta persiste: ¿qué ocasionó esa sacudida?
Trece años antes, Mark Showalter y sus colaboradores, del Instituto SETI, en California, habían encontrado un patrón de ondulaciones enrolladas parecido con datos del Telescopio Espacial Hubble...pero en los anillos de Júpiter. A falta de datos, los investigadores se habían quedado sin poder resolver el misterio. Con el hallazgo en Saturno, los científicos se pusieron a hurgar en imágenes de Júpiter enviadas por la sonda Galileo en 2000 y la nave New Horizons, que pasó por Júpiter en 2007, camino a Plutón. Esos datos revelaron que el patrón de ondas enrolladas de Júpiter también iba cambiando. En 1996 la separación entre ondas era de 2,000 kilómetros. Para el año 2000 se había reducido a 700 y en 2007 era de unos 350 kilómetros. Con estos datos se podía calcular la velocidad con la que se iban apretando las espirales y deducir en retrospectiva de cuándo databa la alteración que puso en marcha esas vibraciones en los anillos de Júpiter. Sorpresa: el cálculo arrojó una fecha entre julio y octubre de 1994, fecha que coincide de maravilla con un acontecimiento astronómico bien conocido y documentado: en julio de 1994 un cometa fragmentado en varios pedazos, que había quedado atrapado en órbita alrededor de Júpiter años antes, se hundió en la atmósfera del planeta, no sin que algunos de los fragmentos bombardearan los anillos. Ésa debía ser la causa de la perturbación en Júpiter. La de Saturno debía tener una causa similar. Los dos equipos de astrónomos (que tienen como intersección a Matthew Hedman y Joseph Burns) publicaron sendos artículos ayer en la página web de la revista Science.
Así, en 1983 una lluvia de fragmentos de cometa o de asteroide cayó sobre los anillos del planeta, lo que los desplazó cerca de 2 kilómetros como si fueran el platillo de una batería. La alteración se fue propagando por la estructura de los anillos y modificándose por la rotación y por la gravedad del planeta para formar las espirales que vieron Hedman y sus colaboradores a la luz del equinoccio saturniano de 2009, quuienes calculan que los desechos que golpearon los anillos tenían una masa conjunta de cerca de 1,000 millones de toneladas.
Lo que más convence a otros astrónomos de que Hedman, Showalter y sus colaboradores tienen razón es la relación entre la estructura ondulada de los anillos de Júpiter y el impacto del cometa Shoemaker-Levy 9 en 1994. Y también, por supuesto, el que haya dos casos de ondulaciones en anillos planetarios al mismo tiempo. Al parecer, pues, es bastante común que los anillos de los planetas reciban lluvias de cometas en pedacitos. Con suerte hasta podríamos presenciar uno de esos acontecimientos en tiempo real con la nave Cassini, a la que le quedan varios años de trabajo en el sistema saturniano.
3 comentarios:
Sergio:
Me encantó la entrada de la pastilla partida. Nunca hubiera llegado a la idea de partir una pastilla. De verdad hay alguién que haga eso? Curioso.
Bueno, pero me parece interesantísimo el tema que trataste hoy. Los anillos de Saturno, no solamente vibran, sino que también se aprietan, y la concatenación de los datos y las observaciones de los distintos equipos de trabajo. Super!!
Gracias!
M.
Yo me acuerdo haber visto en el Discovery Channel lo del cometa que se fragmentó y se estrelló contra Jupiter; en ese mismo programa decían que el cometa Halley tiene una orbita de 70 años gracias a Jupiter, porque también pasó cerca de él, hace mucho tiempo, y lo desvió por la gravedad.
Ni idea que el cometa ese pudiera haber afectado a lo que gira alrededor del planeta. Aqui hay una imagen de las ondulaciones en elos anillos de Saturno, se ve muy curioso.
http://news.softpedia.com/es/newsImage/Ring-Ripples-Tied-to-Cometary-Impacts-at-Saturn-2.jpg/
Saludos.
aprovecho para dejar un mensaje,
@Moises: no encuentro los libros que recomendaste, en las librerias no los tienen y algunos ni los conocen! pin*&% gandhi e iztaccihuatl no tienen nada.
Sergio, la nave espacial voyager visitó jupiter y saturno, para luego salir del sistema solar hacia la nada.
¿La sonda Cassini hará lo mismo o se quedo a orbitar Saturno?
Esto de lo que ocurre en otros planetas, y los medios para averiguarlo, me parece muy interesante. La astronomia es realmente un ciencia muy divertida.
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