Atención vacacionistas y desarrolladores de sitios turísticos: ¿cansados de las mismas playas de siempre, con arena, sol, agua a 30 grados Celsius, palmeras, restaurantes de mariscos y animadores gritones y ñoños? Pues la ciencia les ofrece playas nuevas y diferentes: las de los mares de Titán.
Titán está aproximadamente diez veces más lejos del sol que la Tierra, girando alrededor de Saturno. Desde 2004, la sonda Cassini, de la NASA y la Agencia Espacial Europea, anda rondando Saturno y sus muchas lunas. Durante uno de sus acercamientos a Titán, en 2007, la sonda Cassini lanzó una señal de radar sobre una región de la superficie de Titán que se encuentra cerca del polo norte del satélite. Titán está cubierto por una densa capa de nubes que no dejan escudriñar su superficie con telescopios desde la Tierra ni con cámaras fotográficas, desde la sonda. La señal de radar se usó para trazar un mapa de la región en cuestión. Se observó una mancha oscura de contorno irregular, como un lago terrestre. Los científicos la nombraron Kraken Mare, o Mar del Kraken, por el monstruo mitológico nórdico llamado así.
Las manchas oscuras de la luna también se llaman mares sin que lo sean. Ponerle así a la mancha oscura no la comprometía a estar hecha de agua, ni siquiera de ninguna sustancia líquida. Desde los años 70 se sospechaba que en Titán podía haber lagos de metano líquido y en 2004 la sonda Huygens, que venía montada en la Cassini, penetró en la atmósfera de Titán y bajó hasta la superficie tomando fotografías aéreas que muestran formaciones muy parecidas a ríos y costas lacustres. Con todo, nadie estaba seguro de que lo fueran. Faltaba saber si contenían un líquido (que no podría ser más que metano, con algunas otras cosas como etano y nitrógeno líquidos).
Hacia 2009, el sistema saturniano entró en una parte de su órbita en la que el sol ilumina el hemisferio norte de Titán (no quiero decir que llegó la primavera en Titán porque esa palabra me evoca florecitas y pastizales reverdecientes, o por lo menos días calurosos y en Titán ambas cosas son desconocidas). El 8 de julio las cámaras de Cassini captaron el reflejo que adorna la cabeza de esta entrada de blog. Un grupo de 15 científicos dirigidos por Katrin Stephan, del Instituto de Investigaciones Planetarias de Berlín, examinó el reflejo y concluyó que se trata de un reflejo especular. Este tipo de reflejos sólo ocurre cuando la luz incide en una superficie lisa como un espejo. En un artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters el 7 de abril de 2010, Stephan y sus colaboradores (de otras instituciones alemanas y estadounidenses) muestran que el reflejo provenía de Kraken Mare y concluyen que se produjo al incidir la luz sobre una sustancia líquida, con lo que se corona un capítulo de la exploración espacial que empezó cuando Gerard Kuiper se dio cuenta, en 1944, de que Titán tenía atmósfera. Con la certeza de que en Titán hay superficies líquidas grandes y estables, este satélite se convierte en el único objeto del Sistema Solar con mares, aparte de la Tierra.
Eso sí: no va a ser un destino turístico muy concurrido: está a 1400 millones de kilómetros, en vez de agua hay metano líquido y la temperatura no rebasa los 180 grados bajo cero, hay poco sol, ni una sola palmera y ni quien te venda una cerveza a mediodía o un buen coctel de camarones.
El Mar del Kraken tiene una extensión mayor que el mar Caspio, pero no sabemos su profundidad. Ahora habrá que mandar otra sonda que se zambulla en los helados metanos de Titán y nos mande noticias del primer mar extraterrestre del que tenemos noticia.