Para los griegos los puntitos de luz que se veían en el cielo se podían dividir en dos grandes categorías: las estrellas fijas y las estrellas vagabundas.
Las fijas siempre están en el mismo lugar unas respecto a otras. Los griegos y otros astrónomos antiguos se aprendieron de memoria los patrones que forman --las constelaciones-- y las poblaron de personajes de leyenda. Las estrellas vagabundas, en cambio, se desplazan entre las fijas. Los griegos las llamaban planetas y eran cinco: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Cinco fueron durante muchos siglos las estrellas errantes porque son las que se ven sin necesidad de telescopio.
En el siglo XVIII los telescopios más potentes eran los de William Herschel, músico alemán que se había mudado a Inglaterra, donde había cambiado de nombre y de profesión. En 1781 Herschel localizó con su telescopio un punto de luz que se movía entre las estrellas fijas (lo que se notaba al cabo de varias noches: el movimiento es demasiado lento como para apreciarse con sólo mirar por el telescopio). Era el primer planeta que se descubría desde tiempos antiguos. Herschel decidió honrar a su protector, el rey Jorge III de Inglaterra, que estaba más loco que una cabra, pero apoyaba la ciencia. El astrónomo nombró al nuevo planeta "Georgius Sidum", o estrella de Jorge.
Hoy tendríamos un planeta llamado George ("a ver, niños, los planetas son...", dice la maestra; "Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno y George", contestan los alumnos con vocecitas encantadoras), pero triunfó la cordura y le pusieron Urano (dios griego del cielo).
Urano se desviaba ligeramente del camino que le señalaban las leyes de Newton y las buenas costumbres. Quizá era culpa de algún objeto desconocido que le daba tirones gravitacionales. El matemático Urbain Leverrier, en Francia, y John Couch Adams, en Inglaterra, calcularon matemáticamente dónde debería estar ese objeto para producir las perturbaciones que se observaban en Urano. El 23 de septiembre de 1846, Leverrier y Johann Galle encontraron un planeta muy cerca de la posición predicha. Lo llamaron Neptuno, por el dios griego del mar.
Hacia fines del siglo, los astrónomos empezaron a sospechar que las profundidades del sistema solar guardaban otras sorpresas: Neptuno y Urano se desviaban microscópicamente de las trayectorias que deberían seguir si no hubiera nada más. Se sospechaba que existía un "objeto transneptuniano" --de más allá de Neptuno-- que provocaba las desviaciones, y desde 1906 empezó la búsqueda del "planeta X" en el Observatorio Lowell, en Flagstaff, Arizona.
El 14 de marzo de 1930, Falconer Madan, ex bibliotecario de la biblioteca más importante de la Univsersidad de Oxford, estaba desayunando con su hija y su nieta, Venetia Burney, de 11 años. Madan se acababa de enterar de que en Arizona habían encontrado por fin el famoso planeta X, cuya existencia se sospechaba desde hacía tanto tiempo. Lo encontró Clyde Tombaugh. El abuelo se preguntaba qué nombre podría ponérsele al nuevo planeta. Venetia, que era una apasionada de los planetas y de la mitología griega, dijo "Le pueden poner Plutón". Plutón es el dios griego del inframundo, lo que le viene como anillo al dedo a un planeta helado situado en los confines del sistema solar, donde apenas llega la luz del sol. Madan propuso formalmente el nombre que sugirió su nieta y los astrónomos lo adoptaron.
Venetia Burney acaba de morir, el 30 de abril de 2009. Descanse en paz, pero no en compañía de Plutón.
4 comentarios:
¡Wow! Me gustó mucho la sección de imagen en la ciencia el día de hoy; estuvo muy interesante, y la participación del otro invitado, que se me olvidó su nombre, me pareció excelente.
Está muy padre la historia de los nombres de los planetas y su descubrimiento, en serio lo disfruté.
Cuando se pusieron a hablar de Plutón y que si es planeta o no, y que los muchos otros cuerpos que existen en el Sistema Solar hacen dificil la clasificación de estos como planetas, me acordé de el libro de El Principito, cuando va viajando hacia la Tierra y se para en los asteroides que los llama planetas.
Y luego la intervecnción de Pedro con lo del telescopio Hubble, y todo lo que se desarrolló de ese comentario, en serio, me encantó. Siempre te lo digo, yo y todo mundo, pero muchas gracias Sergio. Gracias por compartir con nosotros lo que sabes, es muy interesante.
Saludos.
Sergio: la muy sabrosa polemica que se desató en el mundo cientifico por la "degradacion de rango" de planeta a planetoide, del pobre Plutón, me llamó mucho la atención, creo que eso fue hace dos años.
Jaja, haz cuenta como al pobre Necaxa, lo descendieron de division... y en serio, si que fue cierto que hubo manifestaciones de inconformidad y de defensa del planeta caido en desgracia. ¡lo que hay que ver!
El espacio exterior es apasionante, es algo que maravilla. ¡buen tema!
En el anterior comentario, te comentaba que ojala y puedas hablar algo de la biblioteca de alejandria, tan tragicamente quemada y tan desastrosamente perdido su invaluable acervo. ¿podrias comentar algo? gracias.
Luis Martin Baltazar Ochoa, Guadalajara, Jalisco
Cada vez que te escucho en Imagen, me prometo que "ora que llegue a la casa si leo el blog". Pero llegar a la casa es escuchar las anécdotas de la prepa, de la secundaria y la casa y se me olvida. Pero hoy llegó la ¿Cómo ves? y después de leer "La mamá de Galileo" y ak final leer de tu primer víctima de la divulgación(tu mami) me conecté.
Leí varias de la entradas y , de veras que como se batalla con los medios para la divulgación científica, empezando que, en vez de astrónomos, nos ponen astrólogos. El colmo fue cuando reportero y camarógrafo de TVAzteca, un día después de un eclipse de Sol, nos pidieron repetirlo para grabar unas tomas.
Saludos desde Monterrey
Alejandro (de la SAPA)
Excelente sección en grupo Imagen. Trato de no perdérmela.
Justo cuando hablaste de Plutón y otros cuerpos que ya no pueden ser catalogados como planetas, me propuse comprarme un telescopio...pero recordé que en mi ciudad no es tan fácil apreciar un cielo estrellado, por la cantidad de luz nocturna.
Por cierto, muy acertado invitar a la persona que los acompañó ese día. Claramente se notó que es un experto en la materia.
Saludos y espero la sección de mañana.
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