martes, 14 de abril de 2009

Otra vida

Gracias al periodista científico Guillermo Cárdenas por su artículo sobre este tema que publicaremos en ¿Cómo ves? en mayo, y por medio del cual me enteré de este asunto.

Hace 40 años los biólogos pensaban que el fenómeno que conocemos como vida era tan improbable, que seguramente sólo había un planeta en el que se había dado, por lo menos en esta galaxia, aunque algunos pensaban que en todo el universo (decir "todo el universo" siempre es arriesgado porque el universo es muuuuuuuuy grandote). Veinte años después el consenso era que no, que la vida surge casi inevitablemente con cumplirse unas cuantas condiciones que no son tan especiales. Incluso hubo quien dijo que la vida está inscrita en las leyes de la naturaleza, posición casi teológica que a mí me parece exagerada. Digamos, con los más sobrios, que puesto que la vida existe, debe ser posible; y que si surgió aquí, puede haber surgido en otras partes y de otras maneras. Así, hoy buscamos rastros de vida -o de su mera posibilidad- en Marte, y próximamente en un satélite de Júpiter llamado Europa. También escudriñamos las atmósferas de planetas extrasolares para ver si podemos husmear las sustancias que aquí en la Tierra han dado origen a la vida.

Pero si a la materia no hay que rogarle para que se organice en sistemas que pueden considerarse vivos, quizá no haga falta ir a Marte ni a Júpiter ni a oler planetas extrasolares para encontrar otros ejemplos de vida; quizá baste buscar en este planeta. El físico británico Paul Davies, hoy de la Universidad Estatal de Arizona, propone que la vida pudo haber surgido más de una vez aquí en la Tierra, y que podría existir una "biosfera oscura", u oculta, con formas de vida distintas a las que conocemos. Con "distintas" no se refiere únicamente a la morfología o a la manera de ganarse la vida, sino a seres vivos cuyo funcionamiento se basa en sustancias y reacciones químicas diferentes.

¿Diferentes de qué? Los biólogos están convencidos de que todos los organismos que conocemos hasta hoy son producto de un solo origen de la vida. Dicho de otro modo, que todos -desde el microorganismo más pequeño hasta la ballena más grande y desde el humano más tonto hasta el simio más inteligente- descendemos de un tipo de organismo original, como si fuéramos las ramas de un árbol que salen de un tronco común. De hecho, a los biólogos les gusta representar la gran diversidad de formas biológicas como un árbol (cuyas ramas, por cierto, son todas igual de buenas y válidas: no hay "mejores" ni "peores" ni "más evolucionados". Si existes, es que estás bien adaptado a tu entorno y no necesitas mejoras). ¿Cómo lo saben? Hay varios indicios muy sugerentes. Para empezar, todos usamos el mismo código genético, hecho de las mismas sustancias y estructurado de la misma manera. Es como si un antropólogo encontrara miles de pueblos donde se hablara el mismo idioma: no quedaría más remedio que concluir que esos pueblos están relacionados. No cabe imaginarse que todos los pueblos se inventaron la misma lengua por casualidad. Siguen los indicios: de la inmensa variedad de aminoácidos que existen, los organismos terrestres usan sólo 20 -y los mismos 20, sean bacterias, ballenas, humanos o monos- para construir las proteínas de las que están hechos y que les permiten funcionar. Por si fuera poco, en todos los organismos las bonitas espirales de la molécula de ADN se curvan en el mismo sentido. El sello de la fábrica está impreso en todas las formas de vida que conocemos.

Si el código genético de cuatro "letras" fuera el único posible; si sólo se pudiera almacenar información genética en moléculas curvadas hacia la derecha; si no se pudiera armar proteínas más que con esos 20 aminoácidos no esperaríamos encontrar formas de vida con una bioquímica distinta en ninguna parte. Pero, igual que hay muchas formas de hacer un coche, también hay muchas formas de hacer códigos genéticos y proteínas. Una molécula de ADN curvada a la izquierda funcionaría igual de bien, y se pueden construir proteínas con aminoácidos "exóticos". Paul Davies y otros interesados en la vida oculta proponen buscar organismos así, pero ahí no para la cosa. Podría haber formas de vida en que el elemento silicio cumpla las funciones que en la vida terrestre cumple el carbono (aunque esto es mucho menos probable que el ADN zurdo y las proteínas exóticas); se puede concebir sistemas vivos que en vez de agua empleen metano líquido como disolvente y como vehículo de intercambio de sustancias químicas. Habría que mirar, desde luego, en sitios donde hasta hoy no se haya encontrado vida de la marca que ya conocemos. Además de lo evidente (otros planetas y satélites), Davies propone mirar en el corazón del desierto de Atacama, en ciertas regiones de la Antártida, en las capas superiores de la atmósfera. También propone usar instrumentos nuevos, puesto que los que existen hoy están sintonizados para buscar vida del tipo conocido.

Mi amigo el periodista Guillermo Cárdenas entrevistó a Antonio Lazcano, especialista en origen de la vida de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y a Rafael Navarro, experto en exobiología del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. Lazcano alega, con la mayoría de sus colegas, que aunque la vida hubiera surgido varias veces y de manera distinta en la Tierra, hoy sólo queda vida de un tipo. Navarro se muestra escéptico con la idea de seres vivos hechos de silicio y/o metano e informa que los científicos metidos en esto más bien esperan que la bioquímica sea universal, es decir, que la vida en otros sitios sea bioquímicamente muy parecida a la de la Tierra.

No les falta razón, a Lazcano y a Navarro. No hay el menor indicio de que la vida haya surgido más de una vez en la Tierra. Pero una vez propuesta la idea, podemos aducir, con el astrónomo y divulgador Carl Sagan, que "la ausencia de pruebas no es prueba de ausencia" y darle una oportunidad a Paul Davies, por lo menos en la imaginación. Si descubriéramos una bioquímica distinta, tendríamos más motivos para suponer que la vida es muy común en el universo y así sentirnos más acompañados.

El artículo "Vida en las sombras" de Guillermo Cárdenas saldrá en el número de mayo de la revista ¿Cómo ves?

7 comentarios:

Martín Bonfil Olivera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martín Bonfil Olivera dijo...

Bueno, en realidad el ADN en su forma más común, conocida como "forma B", no se puede curvar "a la izquierda", como dices: la forma de los nucleótidos que los forman lo impide. Tendrías que tener nucleótidos "invertidos" (estereoisómeros, los llaman los químicos).

Por eso la propuesta de construir una enorme escalera en forma de ADN ¡pero al revés! en el edificio del Instituto Mexicano de Medicina Genómica (INMEGEN) es una verdadera estupidez. Si la construyen así, es una muestra pública de ignorancia; si la corrigen, ¡no sirve! (pero bueno, se habla de que la construcción del edificio es un tremendo fraude, cosa que por supuesto no me consta).

Pero, aparte de la grilla, sí existe una forma "izquierda" del ADN que es funcional en las células, la llamada "forma Z", que es medio chueca pero izquierda.

¡Saludos!
Martín

Sergio de Régules dijo...

Gracias por tus siempre oportunas precisiones, Bonfil. La escalera está larga como para echársela a pata, ¿no?

Anónimo dijo...

Sergio: con esto de la biologia pasa muy parecido a lo que decias hace un tiempo sobre la fisica, me parece. Los principios solidos y añejos de la fisica antigua ya no se aplican, no por cuestiones de modas, sino porque ahora se sabe que la realidad es harto mas compleja. La fisica de Newton es valida, pero solo en cierto marco mas reducido y local.

La biologia de la NO GENERACION ESPONTANEA (la vida solo procede de la vida) es un principio muy fundamentado y util de Luis Pasteur. De hecho, fu e motivo de uno de esos SABROSOS pleitos cientificos para demostrar ese punto especifico: ¿puede la vida surgir espontaneamente o no? esas eran ideas antiguas (prejuicios) basadas en observaciones pero no en pruebas: las cucarachas surgen de la basura, los gusanos de la carne podrida, la lama del agua estancada.

De hecho, con el fin de demostrar su idea, pasteur NOS REGALO con el utilismo proceso de la pasteurizacion, con lo que, digo yo, cambio al mundo... y diganme si no, ¿como seria un mundo sin poder conservar alimentos? por enetero diferente al nuestro.

Asi pues, estimado Sergio, los principios de Pasteur SI SON VALIDOS, acotados a cierto marco, igual que Newton... ¿que opinas?

Luis Martin Baltazar Ochoa

Jesús Magonz dijo...

Estamos en un universo vivo, sí habrá vida en otro lugar? por simple probabilidad pues yo digo que si, idéntica a la nuestra no creo, porque cada lugar tiene sus condiciones que facilitan la vida de alguna manera, es como querer que todos los osos fueran iguales pero tenemos osos panda, osos polares, osos pardos etc y están en el mismo planeta, extrapolando esto a un nivel universo pues las variedades serian infinitas.

Lo de la estupidez de la escalera está genial, quizá el artista y el albañil pusieron un espejo enfrente para ver como les estaba quedando y pues la dejaron al revés o_O

Sergio de Régules dijo...

La escalera tiene incluso otro grado de estupidez, o así me pareció: ¡sube cinco pisos sin paradas intermedias! ¿Quién iba a subir por ahí? Sólo un humano genéticamente modificado en el INMEGEN para aguantar el paso...o para ser lo bastante idiota para no tomar el elevador.

Anónimo dijo...

¡Señores, no sean asi! la escalera ES UN OBJETO ARTISTICO no utilitario. Tal vez el artista nunca pensó que le iban a usar su creacion para pisarla, por eso no le preocupó en lo mas mínimo su funcionalidad... digo, así quisiera pensar para pensar bien.

En otro tenor, con lo que decia Sergio sobre EXPANDIR el concepto de vida a mas alla de los límites de la biología a base de carbono, a otros elementos (como el silicio): ¿que define vida? ¿que se reproduce? los virus se reproducen y la ciencia no los consideran vivos...

¿que define la vida? ¿que muere? las celulas en el sentido estricto no mueren, porque se parten en dos y ya son otro ser vivos, pero no murieron... estan vivas y en ese sentido no mueren...

¿hasta donde expandir el limite de la definicion de la vida? expandir es util, pero fijar el limite, ES LO QUE DEFINE UN CONCEPTO. Para definir, hay que marcare un limite...

¿que define entonces, segun todo lo leido, que define ahora la vida?

Sin duda las provocaciones intelectuales de Sergio nos dejan con la sensacion de que lo que menos tiene la ciencia es aburrida. ES APASIONANTE.

Luis Martin Baltazar Ochoa