viernes, 12 de agosto de 2011

"Soy totalmente hemisferio derecho"

Un amigo físico sin ninguna habilidad artística especial (y que no se acompleja por ello) me decía, cuando me oía alguna mafufada: "Es que tú eres taaaaan hemisferio derecho". Lo decía con cariño y tal vez un poquitito de condescendencia. Él, físico puro, era "hemisferio izquierdo".
Tomen un cerebro humano, sopésenlo, denle vuelta. Un cerebro está hecho de dos mitades evidentes, separadas por un surco. Son los hemisferios cerebrales. Entre ambos forman una totalidad funcional y hasta estética. Los une un hato de fibras nerviosas denso como una cuerda de amarrar barcos que se llama cuerpo calloso (y unas cuantas hebras de tejido nervioso menos impresionantes). Para los neurocientíficos, son dos máquinas de gestión de datos interconectadas por una supercarretera de información, dos continentes de experiencia unidos por un puente muy transitado. No siempre se vio así. Lo más natural, al principio, antes de que se supiera nada acerca de su modo de operación, fue tratar al cerebro como a cualquier otro órgano. Un órgano, una función. El corazón impulsa, los riñones filtran, el estómago muele, los intestinos absorben y el cerebro piensa (es decir, impulsa, filtra, muele y absorbe, pero información). ¿Pensamos con todo el cerebro? ¿Se equivalen todas las provincias cerebrales y sirven todas como máquinas de pensar "todo terreno"?
La neurofisiología del siglo XIX ilustra vívidamente lo relativo que puede ser todo en la vida: a un individuo que trabaja en construcción de ferrocarriles una viga que sale disparada por una explosión accidental le perfora el cerebro, pero lo deja vivo; los científicos pueden examinar qué aspectos del comportamiento alteró el accidente. La desgracia de muchas personas que sufrieron accidentes cerebrales diversos sirvió para empezar a explorar las funciones de las distintas partes del cerebro. Por ejemplo, así descubrió Paul Broca que una región del hemisferio izquierdo, hoy llamada "área de Broca", funciona como cuartel general de la capacidad de hablar. Surgió de estas investigaciones la noción de funciones cerebrales separadas geográficamente en el órgano.
En los años 60 se popularizó un remedio para la epilepsia que consistía en cortar el cuerpo calloso y con eso interrumpir la comunicación entre los dos lados del cerebro (cortar el estrecho de Bering entre los dos continentes). Los pacientes después llevaban una vida perfectamente normal: no se les alteraba la memoria ni las capacidades cognitivas. Bueno, casi normal. Algunos operados empezaron a sentir como si una especie de espíritu se hubiera apoderado de su cuerpo, porque éste a veces hacía cosas a espaldas de la voluntad de la persona y hasta contra la voluntad de la persona. Michael Gazzaniga, recién doctorado en psicobiología por la Universidad de California, se interesó en el asunto y, con otros colegas, puso a prueba a varios pacientes con cerebro dividido. Gazzaniga y amigos le mostraban a un individuo dos imágenes. Una entraba al hemisferio derecho y la otra al izquierdo. Descubrieron que los pacientes podían nombrar lo que veía el hemisferio izquierdo, pero que no tenían ninguna conciencia de lo que se presentaba al derecho. Sin embargo, si les pedían que hicieran un dibujo con la mano controlada por ese hemisferio, representaban sin falla lo que habían visto. El hemisferio derecho no podía expresarse verbalmente, pero podía poner en movimiento respuestas no verbales a lo que experimentaba, lo que explica las acciones involuntarias de los pacientes con cerebro dividido.
Luego los investigadores observaron un fenómeno más interesante. En un experimento se pedía a cada hemisferio (es un decir: se le pedía al paciente que con cada mano...) que respondiera a lo que veía; por ejemplo, escogiendo con la mano correspondiente entre varias estampas, la que tuviera una imagen relacionada con lo que veía. El hemisferio izquierdo veía una pata de gallina y la mano correspondiente escogía, entre varios objetos posibles, una gallina; el hemisferio derecho veía un paisaje nevado y la mano correspondiente señalaba una pala. Los experimentadores sabían perfectamente a qué obedecía la elección del hemisferio derecho: la pala es para quitar la nieve, pero el paciente simplemente no sabía que con un lado del cerebro estaba viendo un paisaje nevado. Si le preguntaban "¿qué ves?", contestaba "una pata de gallina".
Entonces Gazzaniga y colegas daban el siguiente paso: preguntarle al paciente (es decir, a su hemisferio izquierdo, que es el único que puede expresarse verbalmente) por qué había escogido la pala con la otra mano. El hemisferio izquierdo no podía saberlo, puesto que la elección se hizo del otro lado del cerebro, con el que no tenía comunicación, sin embargo los pacientes siempre daban alguna respuesta; por ejemplo, "la pala es para limpiar el gallinero". El hemisferio comunicativo siempre encontraba, o mejor dicho, construía, explicaciones coherentes de lo que percibía. Gazzaniga y sus colegas llamaron a esta extraña función del hemisferio izquierdo "el narrador", o "el mecanismo interpretador", del cerebro. Este mecanismo no opera sólo en las personas con cerebro dividido; lo tenemos todos. En el cerebro, pues, hay un departamento encargado de editar la experiencia, de encontrarle sentido al mundo, de inventarle sentido al mundo a cualquier costo. "El mundo es un caleidoscopio. La lógica la pone el hombre", escribía Miguel de Unamuno. Hoy podríamos decir "la lógica la pone el hemisferio izquierdo".
Lo más interesante --y más inquietante-- es la facilidad con que se engaña este mecanismo interpretador... o la facilidad con que nos engañamos. Cuántos recuerdos con los que hemos construido nuestra autobiografía interna podrían ser falsos, o por lo menos estar muy trastocados por el mecanismo editor, que todo lo deforma para mejor formar historias coherentes, sean ciertas o falsas. Cuántas explicaciones que nos damos de nuestro comportamiento --explicaciones en las que el yo siempre queda del lado de la razón-- serán percibidas por los demás como pura componenda. ¡Qué horror!
Estos experimentos de Gazzaniga y sus colaboradores son los que establecieron que no sólo hay regiones especializadas del cerebro, como el área de Broca, sino que los hemisferios cerebrales tienen especialidades muy distintas: el hemisferio izquierdo predomina y sobresale en el habla y el razonamiento lógico; el derecho en percepción espacial, coordinación de movimientos, orientación. Pero de ahí a que las personas artísticas estén dominadas por su hemisferio derecho y las científicas por el izquierdo, hay mucho trecho. Hoy se reconoce que ésta es una sobresimplificación. Todos usamos el cerebro completo (y desde luego el viejo mito del 10 por ciento es absurdo), las artes requieren las dos especializaciones, las ciencias también. Podemos seguir diciendo "eres muy 'hemisferio derecho'", pero sin olvidar que esto ya no tiene ningún fundamento científico.

14 comentarios:

José María Hdz dijo...

Hola Sergio. está muy interesante esta entrada. Entiendo que suamos todo el cerebro, pero si alguien tiene facilidad para hablar y expresar ideas de forma coherente y facil de entender ¿quiere decir que su hemisferio izquierdo trabaja mejor que el de otras personas que no tengan esas cualidades? O por ejemplo, los arquitectos, que se especializan en crear espacios y diseñar areas para diferentes usos, ¿se puede decir que utilizan mejor su hemisferio derecho? Claro que si fuera un buen arquitecto que aparte tuviera facilidad para expresarse y lógica en sus diseños y en lo que dice, pues tendría la totalidad del cerebro con buen desempeño. Pero ¿tiene algo que ver que haya gente que no se puede expresar en público (o a veces ni en privado) o que de plano le falta coherencia a la hora de dar a entender sus ideas con lo que dice tu entrada de blog?
Saludos.

Sergio de Régules dijo...

Según entiendo, sí, Chema: las personas que son mejores en cierta habilidad bien localizada suelen tener más grande la región correspondiente del cerebro. Los violinistas tienen grande la región que controla el movimiento fino de los dedos de la mano izquierda. Los pianistas somos mucho más listos que el resto de los mortales.
Y claro: el hablar mejor no te impide también moverte mejor, y en ese caso habría quien es totalmente dos hemisferios, ¿no?
Lo chistoso es que, al parecer, el tamaño total del cerebro no influye mucho en la inteligencia, o no influye nada: el cerebro de Einstein era de tamaño promedio, el del escritor Anatole France pesaba el doble del promedio y el de Iván Turgueniev pesaba la mitad.

José María Hdz dijo...

el resto de los mortales, JA JA

pues yo soy totalmente... palacio

ablaron dijo...

que alegria es poder es leerte pero sobre todo escucharte, a proposito el 13 de agosto es dia del zurdo, y lo comento porque muchas personas dicen que somos mas creativos y usamos mas el hemisferio derecho, pero he leido en la wikipedia que en la mitad de loz zurdos el lado izquierdo del cerebro rige el lado izquierdo del cuerpo, interesante no?

Gerardo Gálvez-Correa dijo...

No tengo comentarios, excepto que tu texto es padrísimo.

Antonio dijo...

Excelente texto. Yo había encontrado absurdo también ese mito de que usamos el 10% del cerebro (y que casi toda la gente que conozco repite como si tuvieran evidencia de ello), hasta que leí el manifiesto de los tipos que enviaron la bomba al tec, ya que parece que ellos no usan ni el 1% de su cerebro.

Un abrazo.

Concepción dijo...

Sergio,

muy padre, me encantó tu entrada. La verdad nunca había escuchado nada respecto a "eres hemisferio derecho" o "eres hemisferio izquierdo". Lo del 10% es usado muchas veces como argumento para justificar charlatanerías.

Lo que menciona José María de la gente que ni en privado sabe expresar una idea, y lo que dice Antonio de los "its" es totalmente cierto. Seguramente tiene que ver con lo que menciona Sergio de la tendencia a "crear" una propia autobiografía y terminar creyéndose cosas, que a todas luces son incoherentes y absurdas.

Hasta pronto
C.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Muy disfrutable articulo... jaja, hasta la parte en que tu mecanismo interpretador no pudo abstenerse de manifestar la superioridad genetica de tu subespecie pianista... jaja te van a aventar bronca tus amigos violinistas!

Y que interesante este de este mecanismo interpretador; entonces para el cerebro es INTOLERABLE la incongruencia, el no poder explicar una situacion; y SE INVENTA algo, lo que sea, para rearmonizarla, segun eso...

¿no es esto en parte la explicacion de quien de manera consuetudinaria pone pretextos para todo? seria muy bueno empezar a entenderlo, para poder corregirlo...

o que en el fondo, esa frase vaciolona de "tu que todo lo sabes y lo que no lo inventas" fuera no una chanza pesada sino un descripcion de quien no sabe decir sencillamente "no se"...

o como tu lo dijiste en la radio y no lo escribiste aqui: pone a pensar (y preocuparse) en el ambiente cientifico, pues cuando un investigador este en presencia de elementos "que perturben" su sentido de congruencia, entre en juego el mecanismo interpretador y sean incapaces de conservar al objetividad.

Tengo una observacion: de chiquillo, tenia un visor view master, ese donde podias ver filminas pequeñitas, una para cada ojo, que se maravillaba uno con el efecto de tercera dimension... el mio tenia una escena de Oliva suspirando corazoncitos por el heroicio Popeye; los corazoncitos destellaban rojo, blanco, rojo, blanco, rojo, blanco... no era ni electrico ni ninguna otra sofisticacion (se veian cotra la luz diurna) senillamente un transparenci tenia un corazon rojo y el equivalente para el otro ojo, era blanco. Mi cerebro estaba vuelto loco interpretando si era o blanco o rojo (no rosa, no los mezcló nunca). Pero lo mas interesante, es que cuando dirigia mi atencion a ese corazon en especial, en un esfuerzo de saber si era o rojo o blanco, el tintineo aumentaba muchisimo su frecuencia. O sea que emetia en muchos mas problemas a mi cerebro, que no podia resolver. Al final de un rato, por alguna razon, sentia que esa imagen era desagradable (cosa por entero subjetiva, era un simpatico corazoncito suspirado por Oliva).
Tal vez eso se relacione tambien con esto que estamos platicando: el cerebro hace lo que sea (aun engañarse a si mismo) CON TAL DE NO DEJAR INCONGRUENCIAS SUELTAS. Esto a mi me parece muy interesante, que empieza a explicar cosas en los otros, pero mas que nada, en mi mismo. Padrisimo.

Sergio de Régules dijo...

Excelente ejemplo, Luis Tocayo de Bonfil. Te lo fusilaré (pero dándote crédito) algún día.
Pues lo que sí explica el mecanismo de Gazzaniga es que todos nos sintamos el más listo, el más guapo, el más.... y que nunca nos equivoquemos. Pero también explica ciertos trastornos cerebrales, como la "anosognosia": hay personas que de repente dejan de ver alguna de sus extremidades como suya y siempre inventan explicaciones cuando les preguntan por qué, entonces, la tienen pegada.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

De acuerdo, Sergio, fusil aceptado y me da gusto de alguna manera darte material util...

y a todo esto: "...Pues lo que sí explica el mecanismo de Gazzaniga es que todos nos sintamos el más listo, el más guapo, el más.... y que nunca nos equivoquemos..." jajaja, ¿eso es un mecanismo en todos lados, menos en Argentina que es solo una descripcion social?... jeje, si tienes colegas argentinos que lean tu colmna, AHI VIENEN LOS JITOMATAZOS, jaja.

Martín Bonfil Olivera dijo...

¿Y cómo le hacían para meterle imágenes sólo al hemisferio derecho o izquierdo, querido de Reg? ¿Se la presentaban a un ojo o al otro? (ándale, lúcete y completa ese detallito que te faltó explicar). Por cierto, en una próxima tienes que abordar el tema de la gente que se siente más artística y cree que tiene más desarrollado el hemisferio izquierdo (¿o derecho? Nunca me aprendo cuál es cual).

Felicidades, me llevo tu post para recomendarlo.

Bonfil

Sergio de Régules dijo...

Muy agudo, querido Bonfil. Sí, en efecto: para presentarle una imagen a un hemisferio particular se hace que la vea el ojo del lado contrario solamente, pero creo que basta con que una esté en la parte derecha y la otra en la izquierda del campo visual para que se vayan a un solo hemisferio en los pacientes operados. Debe ser muy extraño.

jack dijo...

En internet circula una supuesta prueba para saber que hemisferio del cerebroo usas mas, que incluso paginas mas o menos serias lo tienen, y han sacado entradas sobre estas.

A mi me parecio absurdo la primera vez (y de hecho dudo que se una prueba contundenete).

Pero almenos no he identificado los supuestos trucos que mencionan algunos en los cuales señala que la bailarina cambia de direccón cada cierto tiempo y por lo tanto logras verlo a veces que gira hacia un lado y aveces hacia otro.

lo que si de ser cierto tampoco se me ocurre la explicacion de por que la podrias ver girar hacia un lado y hacia otro (indpendientemente que esto tuviese que ver con el hemisferio izq o derech)

Me gustaria saber su opinion de alguien o del mismo SERGIO REGULES).


No se si la siguiente afirmacion tenga cierta validez?


"Si logras ver a la bailarina girar hacia ambos lados significa que eres capaz de usar alternadamente tus dos hemisferios cerebrales"


No se si alguien al menos tenga la explicacion del truco. (realmente creo que es un truco)


Aqui solo unos links de las paginas d ela bailarina



http://www.cancunforos.com/2008/03/12/que-hemisferio-cerebral-usas/

http://www.heraldsun.com.au/news/right-brain-v-left-brain/story-e6frf7jo-1111114603615

reflexeye dijo...

Un excelente blog que acabo de descubrir…felicidades ....solo me había quedado una duda con respecto a esta entrada en el blog......de ¿cómo muestras una imagen solo a un hemisferio y otra a otro?..Pero ya leyendo los comentarios veo que lo contestaste...

saludos