Pues dale gracias a la tremenda extinción en masa que borró del mapa al 75 % de las especies que habitaban la Tierra hace 65 millones de años. La extinción del cretácico trastocó el orden ecológico del planeta y le dio un manotazo a la rueda de la fortuna.
El grupo de especies terrestres que dominaba en esos tiempos eran los dinosaurios. En México les decimos dinosaurios a los políticos corruptos, retrógrados y trasnochados (o sea, casi todos y de todos los partidos), como si ser dinosaurio fuera sinónimo de caducidad, podredumbre y fracaso; pero los dinosaurios, al contrario, eran organismos muy exitosos desde el punto de vista evolutivo: los había de muchas especies distintas, y ocupaban los más variados nichos ecológicos. Eran los poderosos del momento. Y no sólo del momento: como grupo de especies robusto y numerosísimo llevaban ya 100 millones de años de existir, ¡y los que les faltaban!
Al mismo tiempo que los dinosaurios habían evolucionado unos bichos chiquitos, peludos y escurridizos que alimentaban a sus crías con leche del cuerpo de la madre. Los mamíferos ocupaban los nichos ecológicos que dejaban los dinosaurios; las migajas de éstos, digamos. No había grandes depredadores mamíferos porque los puestos de gran depredador estaban ocupados por dinosaurios. Nuestros tatarabuelos mamíferos fueron humildes y no tuvieron oportunidades por espacio de 100 millones de años...
...hasta que el entorno cambió violentamente. He aquí la reconstrucción de los hechos: hace 65 millones de años un cometa de 10 kilómetros de diámetro impactó la Tierra con tal energía, que fundió una parte de la corteza, levantó millones de toneladas de roca y polvo y produjo incendios por todo el planeta. La nube de desechos se extendió por la atmósfera. La Tierra se cubrió de un velo negro de oscuridad. Como el polvo no se disipaba, murieron muchísimas especies de plantas, de organismos marinos microscópicos y de mamíferos. También sucumbieron todos los dinosaurios. En los estratos geológicos no se encuentra ni un fósil de dinosaurio después del periodo cretácico. La transición entre el cretácico y el terciario está marcada por una fina capa de material oscuro rico en iridio, capa que se encuentra en los mismos estratos por todo el planeta y que hoy se interpreta como el residuo del objeto que impactó la Tierra hace 65 millones de años.
La noche eterna cayó sobre el 75 % de las especies del planeta, pero para las restantes nació un nuevo día lleno de oportunidades. Los mamíferos empezaron a proliferar y tomaron posesión de los nichos desocupados. Pasaron 65 millones de años llenos de acontecimientos emocionantes que, empero, me saltaré, y hoy henos aquí (desde hace unos 40,000 años). Los paleontólogos coinciden en que sin la gran extinción del cretácico el árbol de la vida (cuyas ramas son las especies) hubiera crecido en otras direcciones. Quién sabe qué habría hoy. La evolución no se puede predecir porque su mecanismo (la selección natural) responde sólo a las condiciones del aquí y ahora y porque la vida está llena de sorpresas, como descubrieron los dinosaurios. Lo que es casi seguro es que no habría humanos.
¿Diremos del impacto del cretácico que fue un desastre? Sin ese desastre no existiríamos, y quizá seguiría habiendo dinosaurios. Lo desastroso es relativo.
Pero también lo puede ser lo afortunado: es suerte para nosotros que estemos aquí, pero le importa un comino al frondosísimo árbol de la vida, que como los árboles de verdad, retoña en otras direcciones cuando le cortan una rama.
5 comentarios:
Si el cometa no se huera impactado sobre la tierra, yo creo que no existiriamos, por que aunque los mamiferos hubieran alcanzado un desarrollo, serian presa facil de los dinosaurios. La historia cambiara por completo. Probablemente el planeta estaria dominado por reptiles.
Gracias Sergio, por tus aportaciones, a veces no tengo la oportunidad de escuchrte pero cada martes leo tus entradas al blog.
Pobres dinosaurios, tan magníficos animales, me parece una ofensa que los comparemos con "estos" políticos...
Y si, me encanta "ser" y "existir" y maravillarme con este mundo, el universo,la vida... y leerte...
Un abrazo
Mauricio
Definitivamente dinosaurios y humanos no podríamos coexistir, tal vez sí habría humanos pero con características reptilianas, como aquella serie de TV que pasaban hace tiempo, que me parece se llamaba Invasión Extraterrestre (que me encantaba por cierto), donde llegaban seres reptilianos de otro planeta con inteligencia "humana".
Es una lástima que se hayan extinguido los dinosaurios, pero si no hubiera ocurrido mi sobrino de 6 años no podría maravillarse con ellos, le encantan y sabe sobre estos animales uff........
Sin cometa, a estas alturas seguramente seguiría habiendo dinosaurios, pero creo que, si hubiera especies inteligentes de reptiles, no se parecerían a los humanos. La forma de un organismo es producto de una cadena larguísima de casualidades. Tal vez habría dinosaurios inteligentes, aunque no con características humanas. Quién sabe.
LA HISTORIA LA HACEN LOS GANADORES... ¡ciertisimo!
Si no hubiera pegado el cometa,
no se hubieran extinguido los dinosaurios
y los mamiferos seguirian en puestos muy marginales.
No habria mamiferos inteligentes ni tecnologizados, asi que no habria quien se preguntara asi mismos ¿que nos pasó? ¿en que momento no aparecimos?
Por otro lado, estoy convencido que la vida esta obligada y orientada a la complejidad,
la complejidad lleva inevitablemente a la inteligencia,
la inteligencia lleva inevitablemente a la autoconciencia (la conciencia de si mismo, de la propia existencia),
asi pues, es inevitable que quien se hace la pregunta, sea ALGUIEN VIVO,
ALGUIEN AUTOCONCIENTE,
Y asi, quien hace preguntas y reflexiones, opina desde el punto de vista DEL GANADOR, DEL SOBREVIVIENTE...
O sea, reflexion e historia, SIEMPRE la hace EL GANADOR, pues el perdedor esta extinto y no puede ni reflexionar ni opinar.
¿que paradoja, no? es una idea QUE NO SE PUDE HACER EN TERMINOS DIFERENTES: ¿QUE HUBIERA PASADO SI ESTE EVENTO QUE NOS PERMITIO SURGIR, NO HUBIERA ACONTECIDO? curiosa respuesta: no habria quien preguntara. Solo se lo preguntaran, quienes son los afortunados beneficiarios de tales eventos.
A mi esto me parece fascinante.
Luis Baltazar Ochoa
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